{ Pure ♦ Bestiality }

Rondando los siglos XXVIII y XXIIX el estado del mundo por el que conocemos “tierra” estaba en su época más corrompida por el delito y la satisfacción propia. Es así como las divinidades decidieron entrar en escena para mejorar el estado de nuestro mundo, el cual estaba apunto de caer en la total miseria... Pocos años más tarde al derrumbamiento de la ciudad de Roma por éstos sucesos, Dios, el propio creador de todo lo que se conoce y queda por conocer, manda a uno de sus mayores y más inteligentes discípulos, Cassian.
En el momento de dicho derrumbamiento, éste es descendido al lugar de los hechos, concretamente, Japón, la ciudad mas corrompida de todo el mundo terrenal. Lo que consiguió ver fueron únicamente pecados y lo que se nombraría como inhumanidad total, además de lugares como Burdeles, Casinos, Bares de alta categoría, etc. El mundo se convirtió en un lugar donde lo único que importa es la satisfacción propia tanto carnal como economica, olvidandose de este modo de cosas tan importantes como era la propia saluz y la vida en sí, bajando de este modo hasta limites insospechados los indices de natalidad. Cassian, que iba a intentar ayudar a la raza humana por su propia mano fue engañado de la forma más sencilla de todas, enseñarle a jugar mientras se hacía pasar por alguien normal y corriente, con la única meta de conseguir la manera de hacer de la Tierra lo que era anteriormente.
A los pocos meses de haber bajado el elegido de Dios, éste comenzó a preocuparse por no verlo de vuelta, por lo que envió algunos de sus Caballeros Ángeles en busca de información. ¿Qué encontraron? Una red enorme de locales y establecimientos dados al pecado donde él mismo era el mismisimo dueño. Al parecer, Cassian, dominado por las cadenas de la satisfacción egocéntrica, decidió crear seres humanos por sus propios medios, pero... con unos rasgos especiales: “Semi-humanos”. Éstos comenzaron a tener orejas de perro, colas de gato, uñas de lobo, colmillos de vampiro... todo lo imaginable a la imaginación. Así mismo altero a los seres humanos que allí habitaban sin que estos ni siquiera fueran conscientes de ello, dando a algunos hombres incluso la capacidad de engendrar hijos como si con ello arreglara la poca natalidad del pais pero causando solo mas confusion entre sus habitantes, así como de igual modo a aquellos que no aportaban nada a la sociedad, los huerfanos, no-trabajadores, extranjeros, etc, eran vendidos en el mercado negro como simples esclavos con la excusa de "equilibrar" la economia ¿Eso era bueno? Para nada... A los pocos días, Dios reventó en cólera con los humanos, pero... el amor que sentía por ellos hacía de barrera impenetrable. Era incapaz de hacerles el mínimo de daño, por lo que en vez de proceder a la destruccion de la raza humana simplemente los dejo vivir, mas dejandolos de lado. Así es la historia que todos tenemos que vivir en estos momentos... sin más que satisfacernos mutuamente, ya que no tenemos nada más que podamos hacer más que esto... ¿Te animas?